Como cada 6 de agosto en la maravillosa tierra de Jujuy, el Colegio Médico de Jujuy celebra con devoción y alegría la veneración del Santísimo Salvador. Recordamos con admiración cómo en 1593, Don Francisco de Argañaraz y Murguía, guiado por un sueño de fundación y exploración, junto a su valiente esposa, Doña Bernardina Mejia de Miraval, y un puñado de almas audaces, se aventuraron en este terreno desafiante.
La historia nos relata sus esfuerzos inquebrantables, enfrentándose a obstáculos y desafíos. Su determinación llevó a la plantación de las bases de lo que sería nuestra querida Tacita de Plata, San Salvador de Jujuy. En un acto simbólico de justicia, plantaron la Picota o Árbol de la Justicia en la Plaza Central, marcando el nacimiento de una nueva ciudad.
Desde aquel 19 de Abril de 1593, la devoción al Santísimo Salvador creció con cada ladrillo y cada oración que se alzaba en este suelo sagrado. La catedral, testigo silencioso de los años y las generaciones, se erige con la fe y el trabajo del constructor Don Alonso de la Plaza en 1606, un recordatorio tangible de la fortaleza espiritual que anida en estas tierras.
El 6 de Agosto, día de San Salvador, se convertió en el faro luminoso de nuestra comunidad. Siguiendo los evangelios que inspiran nuestra fe, en esta fecha conmemoramos el día en que el Maestro manifestó su divinidad a sus apóstoles. Las calles céntricas cobran vida con una gran procesión, la imagen del Salvador guiando nuestros pasos hacia la catedral, donde la historia y la espiritualidad se entrelazan.
Así, cada 6 de agosto, celebramos el legado de valentía, fe y resiliencia que fundó nuestra ciudad y nos une en un lazo indestructible con el Santísimo Salvador.
En esta jornada de conmemoración y gratitud, elevamos nuestras voces y corazones en alabanza a San Salvador y a la herencia que llevamos con orgullo en el Valle de Jujuy.
¡Feliz día del Santísimo Salvador y feliz día de la fundación de San Salvador de Jujuy!
